Dejar de tener deudas de la clase que sea, es el sueño de todos. Ya sea que le debas dinero a tu mamá o al banco, siempre es algo que no nos deja dormir a gusto.
Endeudarse no es malo, siempre y cuando pueda ayudarte a generarte un mayor ingreso en el futuro, por ejemplo: endeudarte para estudiar una carrera profesional, tomar un curso o diplomado que te ayudará a tener un mejor trabajo, comprar una casa o un carro, empezar tu propio negocio o algún proyecto que realmente te apasione.
Aunque si tus deudas las adquiriste por hacer compras impulsivas, tener una tarjeta de crédito te llevó a la ruina o simplemente intentas tapar algunas deudas metiéndote en otras, siempre hay una solución.
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El primer paso para terminar con tus deudas, sean grandes o pequeñas, es saber que realmente tienes una deuda. Muchas veces nos sabemos ni siquiera la cantidad que adeudamos, por si fuera poco una deuda no sólo es lo qué pediste prestado sino que también te cuesta y eso es por los intereses que te está generando día a día; incluso saber a quiénes les debes es muy importante, no es lo mismo deberle $1000 pesos a tu mamá o a una tía que deberle esos mismos $1000 pesos a un banco o a alguna institución financiera.
Toma unos momento y pon en orden esas deudas, todas no importa si es una deuda pequeña en la tiendita de la esquina, se consiente de que tienes deudas.
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Si ya lograste poner en una lista todas tus deudas es hora de hacer unos ajustes, lo primero será recortar tus gastos y destinar ese ahorro a sanar tus finanzas, realiza un presupuesto y apégate realmente a él, esta es una forma eficaz aunque lleva su tiempo.
Otro punto que debes tomar en cuenta es que tener deudas con diferentes bancos te genera más intereses, así que busca qué institución puede ayudarte a reducir esos intereses al trasladar toda tu deuda con ellos. Siempre hay opciones para poder financiar tu deuda, no dudes en acercarte a los ejecutivos.
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Por otro lado puedes buscar una fuente de ingresos extra, te ayudará a salir más rápido de tus deudas y será una buena forma de no volver a caer en ellas.
Dicen que los bienes son para curar los males, muchas veces compramos cosas por impulso como ropa que nos pusimos una vez y nunca volvió a salir del closet, libros, o algún gadget que ya descubrimos que no es indispensable para seguir viviendo.
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Realiza una limpieza en casa y pon a la venta lo que ya no uses, seguro sacas una buena cantidad y por favor, destínala a tu deuda.
Por último, ¿recuerdas la lista de deudas? Pues ponle mucha atención y empieza a saldar las más pequeñas, muchas veces pensamos que por no ser elevadas sumas de dinero podemos dejarlas al último, pero una pequeña deuda puede transformarse en un monstruo si no le pones atención. Así que desaparécela lo más rápido que puedas.
Recuerda que terminar con tus deudas significa libertad, no desesperes y pon manos a la obra.
