Hace mucho tiempo, había una campaña de una aseguradora que decía: «Es mejor no necesitarlo y tenerlo que necesitarlo y no tenerlo«. Esa frase ha marcado la vida de muchas personas quienes se deciden a contratar un seguro en caso de cualquier imprevisto o emergencia.
Fuente Imagen: Línea Directa
Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, apenas el 2.23% de la población económicamente activa, contrata un seguro en caso de que ocurra un accidente. Pero, ¿qué es un seguro? Es una inversión a largo plazo. Dicha inversión permite contar con un colchón con qué hacerle frente a situaciones inesperadas. Así como salvaguardar el bienestar tuyo como el de tu familia.
Existen varios tipos de seguros que van de acuerdo a las necesidades de cada familia. Así como también existen pólizas que son meramente individuales.
Entre los más comunes encontramos:
Pero existen productos hasta para los deportistas de alto nivel o para un freelance que quiere empezar a tener hijos. Todo es cuestión de hablar con varios vendedores de pólizas de diferentes aseguradoras y explicarles tus necesidades.
Fuente Imagen: Investopedia
Porque crees que puedes necesitarlo: si acabas de comprar un coche deberías contratar una póliza que cubra si te lo roban, lo chocan, chocas, se avería por defectos de fábrica. O bien, tuviste una revelación que te hizo pensar en que tus papás no tienen para ir a hospitales privados si pasa algo, o lo que quieras. Lo importante aquí, es que pienses que el seguro va a servir para que no te quedes en la quiebra si ocurre alguna cosa.
Porque puedes pagarlo: contrario a lo que se cree, la inversión en una póliza de seguros es relativamente mínima y cada compañía tiene forma de calcularlos conforme a tus ingresos anuales. Además, puedes utilizar esta herramienta de la CONDUSEF para comparar precios antes de acercarte a la compañía que te ofrece mejor precio.
Porque entiendes la necesidad de tenerlo y usarlo lo más posible: los seguros de Gastos Médicos Mayores tienen varios beneficios que harán de tu ida al doctor o a la farmacia más económicas, ya que las aseguradoras tienen alianzas con varias empresas del ramo. Lo que te asegura un ahorro significativo a la hora de volver a pagar tu póliza.
Fuente Imagen: Small Business
Si vas a contratar un seguro, asegúrate -valga la redundancia- de que cubra una gran variedad de opciones. Pero también tienes que checar la presencia de la compañía: hay empresas cuyas pólizas son válidas en cualquier parte del mundo, otras que sólo tienen cobertura en México y otras que tienen su radio de acción a niveles locales.
Otro detalle que tienes que revisar bien es la presentación de la póliza que vas a contratar. En la primera página, por lo general, están los datos duros que tienes que saber: el tipo de póliza que contratas, cada cuanto la tienes que pagar, el monto de la póliza, lo que cubre y los deducibles de tu seguro. Así como tu número de asegurado y las formas de contacto que tienes con la empresa en caso de algún siniestro.
Por último, revisa las fechas, tanto la de vigencia como la de inicio de la cobertura de la póliza, ya que existen productos que se activan inmediatamente después del pago inicial y los hay también con una vigencia postfechada, que pueden arrancar según te convenga. Ambas deben venir claramente identificadas en el contrato y si tienes alguna duda, pregúntasela al vendedor de tu póliza.
Fuente Imagen: Todo Humor
Yo te recomiendo que te eches un clavado por la herramienta de cotización de la CONDUSEF, que tiene información de todas las aseguradoras que operan en México desde los seguros que ofrecen las instituciones bancarias hasta las aseguradoras que operan de forma local. Esta herramienta se llama REPSA y es un cotizador para los seguros básicos que ofrecen cada una de ellas.
Y después comprobar directamente en la página de la aseguradora a ver qué tal.
