La cotidianeidad o la velocidad con que vivimos no nos permite detectar ciertas fugas de dinero que constantemente descalabran nuestra cartera, por servicios que no son tan necesarios, y de los que bien podríamos encargarnos por cuenta propia.
Para ilustrarlo de mejor manera, en esta ocasión te presentamos cinco ejemplos de servicios que no necesitamos y en los que, aun así, gastamos “como si no hubiera un mañana”.
Fuente Imagen: Alto Nivel
En la actualidad pagar por el servicio de cable ya no es tan necesario como antes, pues éste dejó de tener su histórica programación exclusiva con la llegada de la señal digital, el auge del internet y el boom de las plataformas streaming.
Y es que hoy día la mayoría de las televisiones en casa tienen un catálogo de canales más amplio, que se traduce en una gran variedad de programación de todo tipo, mientras que internet permite a los usuarios acceder a contenidos incluso antes que en la señal de paga.
Fuente Imagen: SAT
Aunque puede resultar muy atractivo que alguien más se encargue de todo nuestro papeleo fiscal y evitarte muchos dolores de cabeza en el tema tributario, es importante tomar en cuenta que las facturas electrónicas las puedes realizar en internet sin mayor dificultad.
Es decir, con la revolución tecnológica el SAT ha puesto a nuestra disposición un portal muy práctico para cumplir con todas las responsabilidades fiscales de manera práctica y rápida, sin necesidad de cubrir, mes con mes, un servicio por concepto de contaduría, además de tu pago de impuestos.
Fuente Imagen: Coinmarker
Únicamente aplicable para quienes aún con posibilidad de transportarse hasta las taquillas prefieren comprar vía online su boleto para un concierto o un partido de fútbol, aunque esto signifique un cobro extra, que bien podrías gastar en otros conceptos el día del evento.
Si bien es entendible que algunos servicios en la actualidad hacen más sencilla ciertas transacciones, como la preventa de boletos en Ticketmaster, tampoco hay que caer en el error de despilfarrar nuestro dinero sin medir las consecuencias que esto puede tener.
Fuente Imagen: HCH
Nuestra mala administración de tiempo no solo cobra en horas, sino en billetes que no debería ser necesario gastar, pues levantarte más temprano te evitará recurrir al servicio de un taxi para no llegar tarde a tus compromisos.
Si durante una semana hacemos la prueba de ocupar transportes alternativos, como la bicicleta, o sencillamente caminar, nos sorprenderemos al ver la cantidad de dinero que ahorraremos por no usar el taxi de lunes a viernes.
Fuente Imagen: Autolook
Derivado de la misma desorganización de tiempo, e incluso, sencillamente por la desidia, preferimos pagar por llevar el carro al autolavado, pese a que se trata de una tarea muy sencilla que podríamos hacer durante nuestros días de descanso.
¿Para qué gastar por algo tan fácil? Fija una fecha específica y hazte a la idea de que lavar tu automóvil no te llevará todo el día, al contrario, hasta puede significar un momento para desestresarte.