Conseguir un préstamo puede parecer la solución, pero tampoco debes tomarlo a la ligera. Hoy te decimos qué cosas tomar en cuenta si vas a pedir un crédito.
Por diversas situaciones, a veces pensamos que pedir un crédito es la mejor opción para resolver nuestros problemas o realizar nuestros sueños. Queremos hacer ese increíble viaje por el mundo, poner nuestra propia empresa, comprarnos un auto o solventar los gastos de un imprevisto; pero no siempre contamos con el dinero suficiente. Es ahí donde diversas instituciones hacen su agosto y nos ofrecen préstamos que, a más de uno, nos hacen brillar los ojos.
Sin embargo, aunque obtener un préstamo puede ser fácil, no es algo que debas tomar como un juego. Si no sabes manejar con cautela esta posibilidad para concretar tus planes, puedes meterte en un lío de dimensiones épicas del cual difícilmente podrás salir. Por eso, hoy queremos decirte en qué aspectos debes fijarte si vas a solicitar un crédito, una tarjeta de crédito, un seguro o un financiamiento.
Definitivamente, ésta es la pregunta del millón. Piénsalo con detenimiento y descubre para qué quieres endeudarte con alguna institución financiera. Una vez que lo tengas claro, analiza sí en verdad vale la pena deberle a alguien para conseguir lo que deseas. Comprar tu propia casa es una muy buena inversión pero, quizás, adquirir una nueva pantalla cuando la tuya todavía sirve, no sea el mejor motivo para pedir un crédito.
Revisa tus ingresos y egresos para tener claro si realmente puedes solventar un préstamo y en cuánto tiempo podrías cubrirlo. ¿Tienes trabajo seguro de aquí a dos años? Mucha gente se arriesga a solicitarle dinero al banco, sin antes hacer un análisis de su solvencia económica. Antes de aceptar un compromiso financiero, revisa cómo andan tus cuentas. Recuerda: el crédito implica dinero que no es tuyo y, tarde o temprano, debes pagarlo.
Si ya estás seguro de que puedes pedir un crédito sin quedarte endeudado de por vida, consulta diversas opciones para contratar la mejor. No te fijes tanto en la suma máxima que pueden prestarte, sino en el plazo y los periodos disponibles para pagarlo. Algunos instrumentos financieros te permiten pagar bimestral, cuatrimestral o semestralmente. Elige la opción que mejor se adecúe a tu capacidad financiera.
Sin importar que seas puntual o no al pagar tus préstamos, antes de irte por uno u otro crédito debes conocer los valores de su tasa de interés y del Costo Anual Total (CAT). El primero, es el porcentaje sobre el cual aumentará tu deuda si no la pagas en la fecha acordada. El segundo, es el porcentaje promedio de cuánto te costará el servicio de la institución financiera a la que acudas tomando en cuenta la tasa de interés, las comisiones, las primas, etc. Sabiendo esto, podrás comparar las opciones del mercado y tomar la más conveniente.
Al acudir a una empresa para solicitar un préstamo, estás contratando un servicio; de manera que ésta podrá cobrarte cierta cantidad por brindártelo. Antes de decidirte, investiga los términos bajo los cuales obtendrás el crédito y los conceptos que están sujetos a comisiones. Si recibes la atención de un ejecutivo, pregúntale todas tus dudas. Más vale tener claras todas las condiciones, a recibir noticias desagradables en tus estados de cuenta.
Pedir un crédito es una alternativa para quienes no han logrado ahorrar lo suficiente para materializar sus proyectos, pero es una responsabilidad que pocos saben asumir. Evita estar en la lista de morosos del buró de crédito que difícilmente pueden adquirir préstamos para cosas grandes como bienes raíces, automóviles o incluso financiamientos educativos. Toma en cuenta nuestras recomendaciones y disfruta tu vida teniendo finanzas sanas.