A veces de las preguntas que uno da por sentado salen los temas más interesantes. Hace unos días me preguntaron ¿Mi tarjeta de crédito, me sirve como Fondo de Emergencia? Como van varias veces que me hacen esa pregunta, ahí les va:
Tener una Tarjeta de Crédito para utilizar en caso de emergencia puede parecer una buena idea. Si alguna vez estás en un aprieto y no tienes dinero para cubrir ese gasto que se presentó de manera imprevista, la tarjeta puede ser una salida. Sin embargo, no es el movimiento financiero más seguro.
¡Las emergencias no vienen en el precio o momento que elegimos, así que, si no te quieres meter en broncas, hay que tener dinero específicamente para ese tema!
¿Las Tarjetas de Crédito son un préstamo?
Claro, aunque parezca obvio, piensa en lo que esto significa. Estás tomando un dinero prestado que no tenías cómo sacar de tu bolsillo, lo que quiere decir que tendrás que devolverlo… ¿y si no puedes darte el lujo de pagarlo de nuevo? Entonces tendrás que pagar intereses y así sólo tendrás que pagar más y más por ello.
¿Qué pasaría si tuvieras que usar dinero de tu Fondo de Emergencia en lugar de la Tarjeta de Crédito?
Probablemente quieras aferrarte a ese dinero como sea posible, por lo que probablemente tratarías de encontrar formas más baratas de arreglar el problema, pero ten en cuenta que ese dinero no es tuyo, vas a tener que pagarlo y con muchos más intereses.
¿Y si hay una segunda emergencia?
Nunca sabemos cuándo se va a presentar una emergencia. No hay ninguna garantía de que sólo vendrá una a la vez y sólo después de haber pagado el saldo de la emergencia anterior. Después de todo, son situaciones que se producen al azar.
¿Es difícil construir un Fondo de Emergencia?
Podrás ver que el ahorro puede resultar difícil, pero será aún más difícil construir un fondo de emergencia mientras estás haciendo los pagos mínimos en tus tarjetas.
Imagínate si hubieras tenido ahorros en un fondo de emergencia cuando se te presentó ese imprevisto. El dinero que ahora estás gastando en tus tarjetas + intereses, habría podido estar en tus ahorros y “Posiblemente” ganando intereses.
En la vida surgirán situaciones de emergencia financiera. Y, ahora que sabes que es mejor pagar por ellas de tu bolsillo en lugar de ponerlo en una tarjeta de crédito, es el momento de empezar a construir un fondo de emergencia.
