Para muchos, tener una tarjeta de crédito propia representa uno de los sueños más esperados en la edad de adulta. Con ella no solo tienes acceso a comprar bienes que difícilmente podrías adquirir al contado, sino también a construir un historial crediticio que te brindará oportunidades de préstamos o financiamientos para educación, autos, seguros o inmuebles.
El reto no es usar la tarjeta de crédito, sino conseguirla. Hay quienes pueden obtenerla en la solicitud inicial, pero para otros es un verdadero suplicio convencer a los bancos de que son personas solventes y confiables. Si estás pensando en pedir tu primer plástico bancario próximamente, este artículo se convertirá en tu guía para que te la den sin tanto esfuerzo. No te aseguramos que será inmediato, pero sí más sencillo.
¿Qué necesitas para conseguir una tarjeta de crédito?
Antes de ir al banco de tu preferencia para solicitar tu primera tarjeta de crédito, debes hacer una investigación sobre cuál te conviene más de acuerdo a tu sueldo. Cada plástico bancario tiene un perfil diferente de acuerdo a los ingresos y los hábitos del cliente. En general, te pueden pedir entre $3,000 y $5,000 pesos como mínimo para otorgar una tarjeta, pero cada institución financiera establece sus condiciones para cada producto.
Con tal de que el banco sepa cuánto ganas mensualmente, deberás llevarle un comprobante de ingresos como pueden ser tus recibos de nómina de los últimos 3 meses. Si cuentas con estos documentos pero te depositan tus pagos a una cuenta bancaria, también puedes usar tus estados de cuenta. En caso de que tampoco tengas este recurso pero sí los recibos de una tarjeta departamental, también puedes utilizar éstos.
Ahora viene la parte interesante. Cuando investigues en la red, verás que hay varias tarjetas de crédito que no piden historial crediticio pero, en la mayoría de los casos, esta es sólo una estrategia de venta. Prácticamente, todos los bancos te van a pedir lo anterior porque eso les da seguridad para prestarte dinero. Te preguntarás: ¿y cómo voy a generar un historial si nunca he tenido un plástico de esos? Ahora te decimos cómo.
Tener una tarjeta no es la única manera de tener un registro de operaciones en el buró de crédito (la base de datos en donde se ve si pagas tus deudas a tiempo o no). La clave es que ellos tengan un registro de deudas que estén a tu nombre para saber cuál es tu comportamiento financiero. Por ejemplo, una línea celular, un servicio de televisión de paga o internet o cualquier préstamo que te haya dado alguna institución. También funcionan las tarjetas departamentales (las que dan tiendas de ropa) pero a veces incluso ésas te las niegan si careces de historial.
Otro consejo que pocos conocen para generar historial financiero es hacer todas las compras posibles con la tarjeta de débito donde te depositan tu nómina o domiciliarle el cobro de servicios a la misma. De este modo, el banco que te presta el plástico podrá identificar cuánto dinero recibes al mes y cuánto gastas en diversos establecimientos. Así, después de 6 meses o un año, será más fácil conseguir una tarjeta de crédito o incluso que ellos te la ofrezcan.
Además de lo anterior, el ejecutivo bancario te pedirá una identificación oficial y un comprobante de domicilio cuando inicies tu solicitud de tarjeta de crédito. En ese sentido, debes saber que los bancos suelen darle preferencia a quienes pueden demostrar que llevan un o año más viviendo y trabajando en el mismo lugar. Por nada del mundo mientas o falsifiques datos sobre tu dirección, empleo o ingresos para evitar un rechazo contundente.
Después de que el banco valore tu capacidad de pago (es decir, el balance entre tus ingresos, tus deudas actuales y la línea de crédito que te otorgarían), y definan que eres un candidato idóneo, te otorgarán tu primera tarjeta. Esto no implica que podrás comprar todo lo que soñaste de una vez sin importar que eso rebase tus ingresos actuales. Recuerda: es dinero prestado el cual deberás pagar tarde o temprano.
Cuando ya tengas la tarjeta de crédito en tus manos, apréndete o crea un recordatorio de las fechas de corte y pago de ésta. De preferencia, sé un tarjetahabiente totalero, o sea, paga tu saldo mensual al 100% para no generar intereses que solo aumentan tu deuda. Seguramente, después de pasar un tiempo usando el plástico, querrás conseguir otro, pero lo ideal es que no poseas más de 3 tarjetas. También considera que jamás tus créditos deben rebasar el 30% de tus ingresos al mes. Sé inteligente siempre para cuidar tu bolsillo.